Están naciendo diversos modelos de trabajo remoto, comparándolos por la flexibilidad que ofrecen al empleado y el promedio de días por mes que se pasa en la oficina.
¿Volver a la oficina? Si se habla a título personal, sin exigencias de la dirección de la empresa en la que se trabaja, la elección dependerá de cada tipo de personalidad, el tipo de labor que realiza, la etapa en la que se encuentra en su carrera, su experiencia de la vida en la oficina, su viaje cotidiano, la situación de su hogar, entre otras aristas a considerar.
Hagamos un paréntesis y consideremos la globalidad; más de la mitad de la población activa tiene poca o ninguna oportunidad de trabajar a distancia. Sus labores requieren colaborar físicamente con otros o utilizar maquinaria especializada; otros trabajos, como el chequeo de líneas electricas, de gas u otras, deben realizarse en el lugar; y algunos, como hacer delivery, se realizan mientras están fuera de casa. Muchas de estas responsabilidades son de salarios discretos y están más expuestos a tendencias generales como la automatización y la robotización inclusive. Por tanto, el trabajo a distancia corre el riesgo de acentuar las desigualdades a nivel social.
Volvamos al “modelo híbrido del trabajo”; la real crisis cuando cada empresa deba elegir un modelo de trabajo para aplicar. Por otra parte los imperativos financieros significarán que las empresas tendrán que tomar una decisión e invertir en el espacio de oficina necesario para que funcione.
Las empresas también deberán ser explícitas sobre su elección y las razones detrás de ella. Esa elección será un momento decisivo y potencialmente disruptivo para todas las compañías. No habrá una respuesta fácil porque, independientemente de lo que decida una organización, es muy improbable que todos sus empleados actuales estén de acuerdo.
Otro aspecto que las empresas deberán tener en cuenta es a qué se refieren exactamente con trabajo remoto. Por ahora, muchos piensan en ello desde un punto de vista geográfico, pero el verdadero trabajo remoto también permitiría a los empleados estar también a distancia en la zona horaria. Esto implica un cambio más sustancial en las prácticas de trabajo donde el trabajo se realiza de forma independiente y las reuniones sincrónicas serán menos importantes.
Es tiempo de reflexión activa. Las empresas están reflexionando sobre cuál es la mejor manera de ofrecer coaching de forma remota y cómo configurar los espacios de trabajo para mejorar la seguridad de los empleados, entre una serie de otras cuestiones espinosas planteadas por el COVID-19. Por su parte, los empleados están luchando por encontrar el mejor equilibrio entre el trabajo y el hogar y prepararse para trabajar y colaborar de forma remota o al menos híbrida.
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