El futuro del trabajo. Esta es una prioridad principal para el 42% de los líderes de recursos humanos, y el 43% expresa que aún no activa una estrategia laboral explícita en su organización.
Entre 75 y 375 millones de trabajadores (del 3% al 14% de la fuerza laboral mundial) deberán cambiar de categoría ocupacional hacia el año 2030 debido a la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización, según la publicación 'Jobs lost, jobs gained: workforce transitions in a time o automation' elaborado por McKinsey Global Institute. De ahí que cobren importancia conceptos como reskilling y upskilling, que siempre han existido en el lenguaje empresarial, solo que antes se conocían como reciclaje o promoción continua.
En el mercado laboral actual, es primordial ofrecer oportunidades de progreso y reciclaje profesional y por lo tanto este “futuro del trabajo” producto de las alertas sanitarias y sociales sigue siendo sinónimo de una fuerza laboral remota e híbrida.
Pero si bien este cambio es un instante sísmico para muchas compañías, es solamente una parte de la ecuación. La planificación de la fuerza laboral (pronosticar las futuras necesidades de talento) es actualmente una prioridad para los líderes de recursos humanos, pero la proyección de la fuerza laboral actual está desconectada de la realidad y las estrategias actuales son ineficaces para combatir el nuevo horizonte disruptivo: alta rotación, habilidades cambiantes y un cambio en la dinámica empleado - empleador.
El potente ritmo del avance de la revolución digital sigue sacando clara ventaja, así lo atestiguan importantes asesoras estratégicas como McKinsey & Company. Como consecuencia, en los próximos años nos hallaremos con un déficit profesional para cubrir determinados puestos de trabajo que requieren de individuos con capacidades tecnológicas especializadas.
"A hombros de la revolución digital, nuevas profesiones especializadas en tecnologías como el Big Data o la Inteligencia Artificial están floreciendo a un ritmo que el mercado laboral no es capaz de satisfacer. Con el fin de cerrar esta brecha, las empresas están ofreciendo a sus empleados formación para optimizar su desempeño (upskilling) o para reciclarlos en un nuevo puesto (reskilling)" explica el portal de Iberdrola.
Los beneficios del upskilling y el reskilling en las organizaciones son;
• Combaten la brecha digital en el seno de la empresa y la hacen más competitiva.
• Reducen los procesos de selección y, en consecuencia, los periodos de adaptación.
• Ayudan a crear fidelidad y a retener el talento al invertir en los trabajadores.
• Ofrecen una formación continua a la plantilla mejora la reputación corporativa.
• Contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
• Promueven una cultura de empresa dinámica adaptada a un entorno en constante evolución.
La pandemia y los cambios posteriores del mercado han hecho que la adaptabilidad y la resiliencia sean factores críticos a considerar y aplicar. Los mercados internos de talento son clave para esto, así como para un aprendizaje experiencial ágil.
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