Millones de personas ya trabajaban online antes de la pandemia y ahora el 74% de las empresas mundiales planean migrar a un porcentaje de sus empleados al trabajo remoto de forma permanente.
Como se muestra en las estadísticas anteriores, las compañías ya estaban comenzando a adoptar el trabajo remoto antes de la abrupta llegada del Coronavirus. A medida que más y más equipos se vuelven remotos, ha crecido la necesidad de fuertes habilidades de liderazgo virtual. Debido a estas tendencias los líderes virtuales deben adoptar un enfoque de gestión diferente en comparación con el liderazgo en una oficina, ya que la comunicación del equipo no se realiza en persona, sino a través de medios virtuales y en línea.
Por otra parte, debemos concordar que los tiempos han cambiado, y la pandemia los aceleró. Trabajar de forma remota es algo absolutamente asumido e incorporado en la dinámica organizacional. Entonces, ¿cómo se lideran equipos en estas condiciones? Desarrollando cuatro competencias (4C del Liderazgo Virtual); Construir Relaciones – Cohesión – Coordinación – Comunicación.
• Construir Relaciones: Primero, se trata de generar confianzas, la cual adquiere un significado completamente nuevo en los equipos virtuales. En un equipo distribuido geográficamente, el compañerismo se mide casi exclusivamente en términos de confiabilidad y esto debe proyectarse a lo online. Los equipos virtuales necesitan un gerente que proporcione una dirección definida y elimine toda ambigüedad del proceso, por eso la confianza y las relaciones robustas son muy importantes.
• Cohesión: Muchos gerentes son vistos como distantes, quienes solo distribuyen tareas desde su oficina. Esto no funcionará para un equipo virtual. Liderar equipos que están separados físicamente requiere que se cierre esa brecha. Se debe estar disponible para hablar y apoyar, siempre que se necesite. Cuando lideras con empatía, creas un elemento de humanidad en un entorno virtual que de otro modo estaría separado. Esto ayuda a eliminar la sensación de aislamiento que pueden experimentar los trabajadores virtuales, lo que les permite sentirse parte de una comunidad viva.
• Coordinación: Trabajar de forma remota significa que los líderes ya no pueden tener conversaciones informales en la sala de descanso o en los pasillos, pero es posible traducir las habilidades de liderazgo en persona en habilidades virtuales, para que pueda continuar esa conexión humana con el equipo. No importa cómo se haga, el líder virtual debe ser proactivo para mantenerse en contacto con todo el equipo y estar al tanto en cuanto a cómo van los proyectos, qué obstáculos enfrentan y qué necesitan.
• Comunicación: Un líder debe estar impulsado a escuchar con sensibilidad, y hacerlo sin importar el cargo o jerarquía. Necesita contar con esta capacidad para no perderse de los aportes de quienes son quizá más introvertidos. Debe saber expresarse con persuasión, entusiasmo y energía para contagiar a todos y promover la unión.
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