Gimnasia laboral o de pausa

La gimnasia laboral puede ser entendida como un conjunto de ejercicios físicos que involucran flexibilidad, tonicidad y la consciencia corporal, los que son desempeñados por los trabajadores de modo preventivo y terapéutico sin producir desgaste físico, ya que son de muy corta duración (alrededor de 12 o 15 min.).

En algunos artículos se la ha denominado como un puente entre el sedentarismo y la vida activa en la medida que permite mantener los músculos en buen estado para el movimiento.

Dentro de esta, existen los ejercicios preparatorios y los compensatorios. Los ejercicios preparatorios corresponden a toda actividad física que se realiza previa a la jornada laboral y que tiene por finalidad la preparación de diversas estructuras anatómicas del organismo, tales como el tejido conectivo, las articulaciones, el sistema oesteomuscular, etc. Y los compensatorios son aquellos realizados durante la jornada laboral con el fin de promover el descanso a las estructuras del cuerpo que se ven involucradas en la acción de trabajo que se desempeña (Vargas, 2009).

Si bien podría pensarse que este tipo de programas son un fenómeno novedoso en nuestra cultura, los orígenes de la gimnasia laboral como tal datan desde por lo menos el año 1925, año en que se conoce se llevaron a cabo los primeros programas de gimnasia de pausa a operarios de fábricas en Polonia.  Posterior a esto, otros países de Europa y EEUU fueron poco a poco sumándose a esta iniciativa, así como también lo hizo Japón con su Programa Obligatorio de Gimnasia Laboral Compensatoria en la década de los sesenta.

Estos programas surgieron con los objetivos de promover el autocuidado y la salud laboral, tanto a nivel individual como organizacional, prevenir patologías, lesiones y/o dolencias derivadas del quehacer profesional y con el fin de capacitar al trabajador en la adopción de hábitos y estilos de vida saludables, tanto en el trabajo como en los tiempos de ocio, los que ha dado como resultado el que hoy en día la gimnasia laboral sea considerada una estrategia para valorizar a los empleados más allá del ámbito laboral, razón por la cual puede ser entendida como una estrategia innovadora para el cuidado de la salud de los trabajadores (Maciel, 2005).

En términos generales, implementar un programa regular de actividad física en el lugar de trabajo trae aparejado una serie de beneficios, tales como: mejora en la flexibilidad de los asistentes, prevención de dolores, disminución del porcentaje de grasa, incremento de la concentración en las tareas, disminuyendo el estrés y mejorando el clima laboral en la organización (Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional, 2012). En este sentido, los estudios hacen referencia a un sin número de beneficios a nivel físico, fisiológico, psicológico y social, haciendo de la gimnasia de pausa la opción más simple para incrementar la salud laboral de los trabajadores.

Específicamente, a nivel fisiológico la literatura señala que esta ayuda a que los tendones retornen a su estructura normal y a que se retiren las concentraciones acumuladas de ácido láctico en los músculos, promoviendo la flexibilidad y previniendo irritaciones en las terminaciones nerviosas y la artritis. A nivel psicológico, se ha reportado impacto en la percepción de estrés, mejor disposición para enfrentar conflictos, mejora en la concentración y confianza, repercutiendo a nivel social en una mejora a nivel de trabajo en equipo y convivencia con pares (Ríos, 2007), lo que evidentemente impacta positivamente tanto en el rendimiento como en la productividad de la persona.

Al respecto, dada la naturaleza multifactorial del estrés, se ha señalado que la gimnasia de pausa actúa como una estrategia relevante dentro de los mecanismos exitosos que existen para afrontarlo. En este contexto, aunque es sabido que el estrés debe ser abordado desde una adecuada gestión de los factores organizacionales que inciden en su aparición, estudios han mostrado el valor de la gimnasia laboral como parte de las estrategias enfocadas a la prevención y disminución del estrés a nivel del trabajador (González, 2002). Particularmente la gimnasia de pausa ha mostrado aportar en el control y reducción del estrés, mejorando la predisposición del individuo con el trabajo e incentivando una vida más activa fuera de la jornada laboral (Colazo, 2011).

Por ende, considerando el elevado costo que tiene para una organización la presencia de trabajadores afectados por estrés o por alguna otra enfermedad profesional producto de su quehacer en un determinado puesto de trabajo, no es extraño observar que hoy en día más empresas estén adoptando este tipo de programas tanto como medida de prevención de enfermedades laborales como de promoción de la salud de sus trabajadores. Sin ir más lejos, numerosos organismos en Chile cuentan con programas de gimnasia de pausa laboral, los que tras un año de practica continua señalan que sus usuarios reportan un incremento en su bienestar físico y psicológico, además de disminuir la tensión muscular y mejorar la movilidad y postura. De este modo, este tipo de programas impacta positivamente en el desarrollo de labores cotidianas y en la salud general de quienes participan en ellos.

A modo de ejemplo, Makalu Consultores lleva más de siete años desarrollando regularmente gimnasia de pausa dentro de sus programas integrales de Calidad de Vida y Salud Laboral con importantes clientes con presencia a nivel nacional e internacional, encontrando que tras mínimo seis meses de práctica continua, los usuarios evidencian mejoras en su flexibilidad (resultados medidos mediante los tests de Back Scratch y Sit and Reach), mejoras en los hábitos alimenticios y en la sensación de estrés, entre otros indicadores de impacto.

Por lo tanto, conociendo ya qué es y cuáles son los beneficios que conlleva la gimnasia laboral no podemos dejar de preguntar: ¿Qué estamos esperando para implementar este tipo de programas en nuestra organización?

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