A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la prevención de accidentes en la industria de proceso se fundó- en primer término- sobre la concepción técnica, aplicando los principios de la ingeniería al diseño del trabajo. Esto permitió preservar la integridad de las instalaciones en situaciones poco frecuentes.Posteriormente, con el desastre químico ocurrido en 1976 en la pequeña población de Seveso (Milán-Italia), y el accidente nuclear suscitado en 1979 en Three Mile Island (Pensilvania, Estados Unidos), se reforzaron las exigencias reglamentarias a partir de la directiva Seveso 1 en 1982, y se puso en marcha una serie de políticas de seguridad global en las grandes empresas de alto riesgo.
Esta formalidad se fortaleció con la directiva Seveso 2, en 1996, y con la implementación de los Sistemas de Gestión de Seguridad. En algunos sectores, estas acciones técnicas y de organización dieron como resultado una tendencia a la disminución continua de los accidentes relacionados con procesos, pero en muchas empresas esta mejora se encuentra hoy estancada, y el reforzamiento de los sistemas de gestión no siempre conduce a la disminución de los accidentes.
La razón de que los formalismos de los Sistemas de Gestión de Seguridad no han logrado mayores avances en la reducción de la accidentalidad se explica pues por su concepción éstas ponen la atención en el cumplimiento de normas que se determinan de forma descendente en las organizaciones (desde la dirección, hacia niveles inferiores de la estructura organizacional), las cuales si bien están orientadas a prescribir condiciones seguras de producción, buscando responsabilidades principalmente en el comportamiento de los operadores pero con mínimos cuestionamientos acerca de la contribución entre la organización y la dirección.
Esto se traduce en la poca atención frente a la realidad de las situaciones que las personas enfrentan en forma concreta durante la ejecución de sus labores.
Inclusión de los Factores HumanosMuchas veces se piensa que por el simple hecho de establecer una norma de seguridad (a través de procedimientos, instructivos, entre otros), la medida funcionará como una “barrera” para impedir la ocurrencia de un accidente, pero…
¿Qué dificultades tienen las personas para respetarlas?¿Qué ajustes posibilitan el funcionamiento?¿Qué contradicciones existen entre las diferentes reglas o respecto a otro tipo de exigencias de producción o a determinadas situaciones que las personas deben enfrentar a diario?¿Qué lugares hay para discutir sobre las contradicciones entre las reglas?¿Cuál es el papel de la dirección en el trabajo con las reglas?El psicólogo James Reason, en la década del 90, identificó como componentes esenciales de la Cultura de Seguridad una serie de factores no técnicos ni medibles de una manera precisa, referidas a aspectos más sociológicos (cualidades) o psicológicos (habilidades) de las personas que participan permanentemente de las dinámicas de trabajo en una organización.
Entre ellos, la existencia de una cultura de reportes donde las personas estén preparadas para dar cuenta de sus errores, equivocaciones e incumplimientos; y de una cultura de la confianza, donde exista motivación para proporcionar información relevante relacionada con la seguridad. Asimismo, se requiere de la voluntad y capacidad necesaria para estar dispuesto a efectuar las reformas necesarias frente a un entorno de trabajo dinámico y exigente.
Lo anterior confirma que el Factor Humano resulta crucial en el éxito de los procedimientos que se diseñen, no sólo porque permite enriquecer el relacionamiento entre los diversos componentes de una organización, generando las sinergias necesarias; sino también porque otorga la inteligencia y competencia para operar sistemas que respondan tanto a las situaciones previsibles, como aquellas no previstas.
Si bien se reconoce el impacto positivo de los factores humanos en la gestión de riesgos- aunque corresponde a uno de los elementos a tener en cuenta dentro de la identificación de peligros y evaluación de riesgos en el marco de los sistemas de gestión- su uso aún no se puede considerar masivo a nivel global, a excepción de aquellas industrias que poseen operaciones de alto riesgo, como en la aeronáutica, petroquímica y nuclear.
Por su parte, el departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente del Reino Unido, define los Factores Humanos como las características del trabajo, humanas e individuales y organizacionales que influyen en el rendimiento y comportamiento de una manera que puede afectar la salud y seguridad. A continuación te explicamos cada una de ellas:
Características de trabajo:Incluye la naturaleza de la tarea, la carga y entorno del trabajo, el diseño de los indicadores y controles, y el papel de los procedimientos. Las tareas deben ser diseñadas de acuerdo con los principios ergonómicos para tener en cuenta tanto las limitaciones y fortalezas humanas, así como también los aspectos mentales; pues éstos incluyen la percepción, atención y requisitos para la toma de decisiones.
Características humanas e individuales:Incluye su competencia, habilidades, personalidad, actitud y percepción del riesgo. Este tipo de características influyen en el comportamiento de manera compleja. Algunas, como la personalidad, son fijas; en cambio las habilidades y actitudes, pueden ser modificadas y/o mejoradas.
Características organizacionales:Incluye los patrones de trabajo, la cultura del lugar de trabajo, recursos, comunicación, liderazgo, entre otras.
Estos factores son, a menudo, pasados por alto durante el diseño de los puestos de trabajo sin que tenga una influencia significativa en el comportamiento individual y grupal 1.
En otras palabras, los Factores Humanos se ocupan de lo que se le pide hacer a la gente (tarea y características), quién lo hace (el individuo y su competencia) y dónde están trabajando (la organización y sus atributos), los cuales están influenciados por la preocupación social, tanto locales como nacionales.
Las intervenciones en factores humanos no serán eficaces si se consideran estos aspectos de forma aislada.
El alcance de lo que entendemos por factores humanos, incluye los sistemas de organización y es considerablemente más amplia que la visión tradicional de los factores humanos/ergonomía. Éstos pueden y deben ser incluidos dentro de un buen sistema de gestión de la seguridad y, por lo tanto, ser examinadas de una manera similar a cualquier otro sistema de control de riesgos.
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