Reencantamiento Laboral; Volver a Impactar en el Entorno

Estar “encantado(a)” es un término que posee múltiples interpretaciones. Una de las definiciones más destacadas de encantamiento la aportó Bennet (2001), quien lo definió como “un sentimiento de estar conectado de manera afirmativa con la existencia”.

En términos netamente organizacionales, los lugares de trabajo “encantadores” son sitios magníficos que permiten a las personas ser agentes activos, que pueden impactar en su entorno, encontrar sentido a su trabajo y desplegar las actitudes positivas. En este contexto, el encanto se ha puesto en práctica en la literatura organizacional y gerencial en una diversidad de formas, que incluyen ser ingenioso, feliz, resistente, apasionado, motivado o saludable en el trabajo, entre otras.

La relación del individuo con la organización por lógica, varía. La capacidad más significativa del gestor no reside exclusivamente en conocer los saberes necesarios para su actuación técnica, ni en la dicotomía ordeno/mando sino que precisa ser capaz de cohesionar y motivar al equipo hacia objetivos comunes. Así, al gestor, empresario, emprendedor se le pide que sea líder, porque no va a poder “mandar”, pero ¿qué es ser líder? A juicio de Warren Bennis, académico de la University of Southern California, consiste en ser capaz de crear sentido, ser capaz de conectar a los individuos a un esfuerzo colectivo para crear una comunión de voluntades… en definitiva, proveer encantamiento.

El profesor de ética y ensayista Ken Maskin y el profesor de New Mexico State University David Boje, en el año 2011 diferenciaron entre “encantamiento por diseño” y “encantamiento por emergencia”. El encantamiento por diseño asume una direccionalidad de arriba hacia abajo, donde la experiencia de los empleados está desarrollada por las narrativas dominantes de sus organizaciones. Si la narrativa dominante es mecanicista que adopta los principios fundamentales de la gestión científica, es más probable que los lugares de trabajo se caractericen por una alta especialización, simplificación de tareas y repetición. En tales espacios laborales, es altamente probable que los empleados se sientan desencantados. En cambio, el encantamiento por emergencia supone que el encantamiento no se impone a los individuos. Más bien, se trata de un proceso interno, donde los individuos se sienten naturalmente encantados como respuesta a ciertas características contextuales de su entorno de trabajo. ¿Qué recomendamos?

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